En lo más profundo del valle del Baztán, esta editorial recoge la delicadeza de un equipo profesional que guiado por la naturaleza del entorno y la magia del palacio, han conseguido ofrecernos una inspiración de boda al más puro estilo de cuento.

A principios de Julio, el proyecto Érase una boda empezaba a tomar forma gracias a una tarde de cuento en la que un gran equipo de profesionales hizo magia de una sesión de fotos.

En lo más profundo del valle del Baztán, se encuentra el Palacio Jauregia de Irurita. Un paraje de cuento en plena naturaleza en la que se situó la boda de cuento que inspiró Érase una boda.

Como en cualquier boda, todo empieza con un novio ansioso esperando. Esta vez, en una biblioteca digna del mismísimo cuento de La Bella y La Bestia. Luciendo un sereno y elegante traje azul marino de Sastrería GTHAD.

En una habitación cercana del palacio, se encuentra la novia ya preparada. Con un peinado estilo boho de peluquería Entrepeinados y un maquillaje exquisito de Alba Albero. Se corona con las joyas de Xabier Pelegrin y el tocado mágico de Arte en el Tocado.

Esta novia de cuento luce un clásico y elegante vestido de la gran Amaia Artieda que consigue una perfecta compenetración entre la novia y el palacio.

Y cuando por fin se reúnen… surge entre ellos la magia.

 

 

 

Una magia que se entremezcla con la propia del palacio y nos permiten disfrutar de grandes maravillas de fotografías que bien hubieran podido ser cuadros pintados a manos. Son en realidad momentos mágicos capturados por Estudio Kentaro.

Como en cualquier celebración, los jardines del palacio albergaban un banquete íntimo y cuidado para nuestros protagonistas de cuento. Totalmente diseñado y organizado por el equipo Érase una boda con flores de Floristería Ezpeldi.

Para acabar la velada, nos esperaba un baile lleno de luces que iluminaba  las caras de los novios y todos los presentes. Allí,  pudimos apreciar la maravillosa cohesión del trabajo de cada equipo que puso lo mejor de sí esa tarde de Julio.

 

 

Y como si del mejor cuento se tratase, vino a despedir la jornada una preciosa hada bailarina que dio el toque final de magia a ese maravilloso día.