# WEDDING PLANNER ESPAÑA
# ERASE UNA BODA
El Monasterio de San Lorenzo del Escorial, sólo un sitio así podía estar al nivel de la boda que Marta y Gabriel, tanto tiempo llevaban preparando con toda la ilusión del mundo. Hasta allí nos desplazamos en Octubre para ver cumplir su sueño a nuestros novios madrileños.
Marta y Gabriel fueron unos de los primeros novios que decidieron apostar por Érase una boda. Entablamos con ellos una duradera relación y les acompañamos por todos las subidas y bajadas que conllevan la preparación de una boda. Y más, de una como la suya. Ninguno de los dos quería que faltase detalle alguno.
Conocimos a su familia ya en Septiembre, cuando fuimos a conocer la finca y dejar todo a punto. Allí ya pudimos imaginar lo grande que era lo que estaba por venir.
Teníamos miedo del frío, pero la mañana de su boda, despertamos en El Escorial con un sol radiante. Después de dejar todo listo el día anterior, desayunamos junto a parte de sus familiares en el buffet del hotel, que esperaban ansiosos el gran momento.
Llegamos al Monasterio y fuimos entrando junto a los invitados hasta que llegó Gabriel, elegante y guapo a más no poder. En el patio de Reyes, Gabriel, los pajes y alguna amiga de Marta, esperamos a la novia, que entró deslumbrante con un vestidazo que Andrea de Afora había diseñado para ella.
Fue una ceremonia preciosa en la que un emotivo hermano del novio nos cautivó con sus palabras. De allí, nos trasladamos hasta El Jaral de la Mira, donde Espíritus del Sol amenizó un maravilloso cocktail en el que todo parecía sacado de la mejor película romántica.
Nos esperaba dentro un banquete repleto de detalles para cada persona invitada, que fue marcado por los preciosos discursos que amigos y familiares dedicaron a los recién casados.
Ya llegada la noche, salimos a disfrutar de un inmejorable Mirko, del que todos disfrutamos como si no hubiera un mañana. El candy bar, las palomitas y la alegría desbordada de los novios, hacian que fuera imposible no disfrutar.
Terminamos el día bailando y cantando de vuelta en un autobús en el que la alegría era la protagonista.
Si algo nos hace felices, es ver a nuestros novios felices. Marta y Gabriel eran el claro ejemplo de que estaban viendo sus sueños cumplidos.
Pero si con algo tenemos que quedarnos, es con un momento en el que Pablo, el hermano del novio, nos cogió y señalando la fiesta y a los novios disfrutando nos dijo:
«¿Veis todo esto? Es gracias a vosotras. No dejéis nunca de hacer esto»
Gracias a vosotros por dejarnos formar parte de vuestra historia.
Por último, os dejamos por aquí al súper equipazo con el que tuvimos la suerte de compartir el día de trabajo:
Gracias a todas y todos porque sin vosotros, no hubiera sido lo mismo.
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